sábado, 10 de octubre de 2009

La nostalgia recorre mis venas, como un rio impetuoso, que me baña de olvido y me arrastra hacia el mar de incertidumbres.
Mi cuerpo huérfano de tus manos, mi alma perdida en tus recuerdos.
Los días carentes de caricias, viviendo en el silencio de la esperanza.
El tiempo me envenena lentamente.
Ya no va quedando nada....

0 comentarios:

Publicar un comentario